Reto: Mantener el encanto del primer día

Si vemos la iglesia en el sacramento del matrimonio, nos hace remaches por todas partes, pero como ya lo dije, se nos olvida con mucha frecuencia. Por eso es importante ser conscientes de lo que vamos a hacer, repetirnos con frecuencia las palabras que dijimos durante la celebración del matrimonio, recordarlas para no cometer errores o para reprochar al cabo de un tiempo: mira con quien me casé, yo creí, tal cosa o la otra. Si soy consciente, nunca habrá este tipo de palabras que ofendan.

Si estamos unidos por el amor que nos hizo unir la vida en matrimonio, sabremos llevar todos los momentos de dificultad; el amor debe permanecer como el primer día, ya lo he dicho antes, no olvidar los pequeños detalles que nos enamoraron, el dulce, la flor, el piropo, o la palabra agradable que nos gusta oír, la pilatuna de cuando éramos novios, dejar de lado estas cosas es dejar que la vida matrimonial pase de largo, sin dejar huella. Que nuestra unión deje huella.