top of page

¿La cruz del matrimonio? (1)


“El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz

y me siga”

(Mateo 16, 24)

Existe un gran número de matrimonios católicos que viven situaciones dolorosas de conflicto, separación y abandono. Se escuchan con frecuencia opiniones y comentarios en el sentido de que el matrimonio termina siendo una carga, un lastre, un compromiso que no es viable en nuestro tiempo. Incluso hay personas que afirman que los novios echarán a perder su relación si se casan y terminarán amarrados y frustrados para siempre.


¿De dónde viene esta percepción negativa acerca del matrimonio? Hasta las bromas que se hacen tienen un matiz sarcástico, ácido, de un humor negro bastante suspicaz. Es una tendencia que ha persistido desde hace años.


Se ha desarrollado intuitivamente una percepción que establece una relación causa/efecto, según la cual, el matrimonio “por la Iglesia” es sinónimo de fracaso.

Pueden encontrarse también estadísticas que muestran cifras concretas de matrimonios católicos que han terminado en separación, abandono o conflicto. Esta información, acompañada de una agresiva campaña de desinformación en diferentes niveles, ha calado profundamente en muchas personas católicas, hasta el punto de preferir una unión de hecho, un matrimonio civil o cualquier otro tipo de convivencia, en lugar de aceptar y recibir el sacramento del matrimonio conforme a las enseñanzas de la Iglesia.


Surgen entonces algunas preguntas acerca de la realidad de muchos matrimonios:


¿En qué momento se pasa de las mieles del enamoramiento a las primeras decepciones nupciales? ¿Cuáles son las circunstancias por las cuales el amor termina en ocasiones siendo asfixiado o sustituido por la rutina, el placer, el interés o el odio? ¿Qué factores inciden para que muchos esposos desarrollen hábitos y actitudes inadecuadas? ¿Cuáles son los procesos por los cuales aquel príncipe o aquella princesa del primer enamoramiento termina en ocasiones convertido(a) en todo lo contrario de lo que se soñó o se esperó inicialmente? ¿Qué responsabilidad le compete a la Iglesia o a la religión por el fracaso de un matrimonio católico, incluso de un matrimonio con veinte, treinta o más años de haber sido constituido?


Probablemente, una clave para entender estos fracasos se encuentra en la cita bíblica mencionada al comienzo. En ella se plantean las bases para desarrollar el auténtico estilo de vida católico. Reflexionemos un poco acerca de este pasaje, enfocándolo específicamente en el matrimonio:

Entradas destacadas:
Buscar por etiquetas:
Archivos:
Entradas recientes:
bottom of page