Atrapados en el móbil

Me preocupa mucho el mal de la modernidad o época en la que estamos viviendo, casi con mucha dificultad, las relaciones interpersonales, bien sea en el ámbito de la amistad, o en el matrimonio, el noviazgo. Hoy, por culpa de la tecnología, nos estamos volviendo un poco cerrados, en el sentido que tenemos la ventana abierta hacia el mundo, hacia las cosas un poco ligeras, mientras la importancia que tiene la unión familiar está quedando por debajo, así como los valores humanos, los valores cristianos, los valores de familia, etc.

Ya no es raro ver en una visita social que las personas se interesan más por el aparato celular de sus manos, solo mirando quien llamó, quién me puso un mensaje, quien me mandó la foto, etc.. Así qué capacidad tenemos para interactuar, estando las personas sentadas en la sala y completamente absortas en sus dispositivos tecnológicos. De verdad se siente uno un poco incómodo, raro, todos actúan como autómatas, alrededor de este pequeño aparato que ha logrado desunir a la familia.

Qué pesar me da recordar cuando años atrás, digamos unos 15 o 20, cuando las familias se reunían alrededor de la mesa y cada uno contaba sus anécdotas, lo que le había pasado en el colegio, en la oficina, la mamá contando las travesuras de los pequeños en la casa, cuando llegaba el jefe del hogar cansado por su labor del día.